Cerré los ojos, quise dormir, parece que nunca llegaría el momento de conciliar el sueño. Me duele el alma. Siento dentro de mí una angustia inagotable.
Yacía en mi lecho cuando una mano cegó mi llanto. La mano protectora, la esperanza. La que siempre aparece en los peores momentos. Poco duró. En minutos desapareció y le dio paso a otra sensación: el amor. Recordé momentos, caricias, besos y noches de pasión. Me pregunte ¿Cuánto dura el amor?, y ¿qué es el amor? Será una triste sensación de felicidad o una feliz sensación de tristeza. No lo se. Llegue a la conclusión de que es solo una sensación, que solo se da cuando dos personas piensan lo mismo, sienten lo mismo. Aunque sean muy distintas.
Eso mismo que une a dos personas, es lo que las separa y vuelve a aparecer la soledad. La dueña de mi vida, la que se apodera de los malditos momentos en que el amor se olvida el camino para llegar a mí.